Es crucial fomentar el consumo de alimento en animales de producción que presenten algún tipo de trastorno o alteración. En el caso particular de los problemas digestivos, por ejemplo, como las diarreas, que pueden estar causadas por cambios abruptos en la dieta, la presencia de agentes patógenos o el estrés, no solo se verán afectados la salud y el bienestar de los animales, sino que también se observará un efecto negativo en el crecimiento y la eficiencia alimentaria.
En tales casos, además de promover la salud intestinal, se recomienda implementar estrategias que fomenten el consumo de alimento. Ello incluye proporcionar dietas fácilmente digestibles y muy palatables, que puedan ser aceptadas incluso por animales con poco apetito. Los aromas, los edulcorantes y los palatantes juegan un papel crucial en estas situaciones, puesto que logran atraer a los animales hacia el alimento, estimular su consumo y facilitar la secreción de enzimas digestivas y la digestión en sí del alimento. Por otra parte, en caso de haber añadido medicamentos o suplementos poco apetecibles al pienso, también permitirán enmascararlos y mantener un gusto agradable en el alimento.
Asimismo, los aditivos sensoriales desempeñan un papel crucial en el bienestar del animal enfermo, puesto que contribuyen a la regularidad en el consumo y a la digestibilidad del alimento, lo cual repercute en una recuperación más rápida y eficiente.